De las ganas a la acción: ¿Cómo es llevar un estilo de vida sostenible? 

Aunque llevar un estilo de vida sostenible puede resultar difícil para muchas personas, es un reto que las nuevas generaciones están dispuestas a asumir.  

Tener una filosofía de consumo responsable es un hábito que está cada vez más presente, ya que los usuarios son conscientes de cómo sus acciones impactan en el planeta

De igual forma, los consumidores también desarrollan un interés genuino por conservar los insumos del medioambiente, a través de prácticas que promuevan una serie de comportamientos enfocados en vivir de manera sostenible

Hábitos tan simples como aumentar el uso de envases retornables y disminuir los desechables o preferir productos biodegradables, pueden hacer la diferencia y fomentar un estilo de vida verde, procurando un entorno saludable que pueda disminuir las consecuencias de la escasez de recursos y otros problemas como el calentamiento global o la crisis climática. 

Al respecto, el Foro Económico Mundial señala que tras la pandemia de Covid los usuarios manifestaron un compromiso mayor con el medioambiente. Tal y como indican, 9 de cada 10 personas quiere que el mundo cambie y sea más sostenible de cara a los próximos años. 

Si bien existe el deseo de adoptar un comportamiento ecológico, en muchos casos los consumidores no saben cómo dar el primer paso y pasar de la voluntad a la acción. 

En este sentido, el informe Transformación Sostenible manifiesta que existe voluntad por parte de las personas de adoptar un estilo de vida sostenible. No obstante, no siempre tienen las herramientas para identificar comportamientos o acciones que puedan ser significativas en el tiempo. 

Con 8.000 millones de personas en todo el mundo, según datos aportados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), materializar el deseo de ser sostenible es responsabilidad de todos: gobierno, empresas, sociedad. 

Algunos consejos para llevar un estilo de vida sostenible son los siguientes: 

 

En el trabajo 

Optimiza el uso de energía eléctrica: Siempre que sea posible, disminuye el consumo de energía eléctrica en las horas laborales. Este incluye:  

-Mantener apagadas las luces de los espacios de trabajo que no sean utilizados. 

-Apagar las computadoras de escritorio durante la noche. 

-Aprovechar al máximo la luz natural. 

-Evitar el uso del ascensor cuando sea posible. 

-Entre otros. 

Es importante destacar que promover una cultura de ahorro energético en los trabajos es clave no solo para impactar positivamente en el planeta. También para  reducir los costos e impulsar el crecimiento sostenible de los negocios. 

Uso de contenedores para separar los residuos: Una de las acciones claves para impactar positivamente el entorno es gestionar de forma correcta los residuos. 

A tales efectos, es indispensable hacer uso de los contenedores para separar los desechos de forma correcta (papel, plásticos, vidrios, orgánicos). Por ejemplo, en vez de lanzar a la basura el empaque de una galleta, colocarlo en un contenedor para plásticos. 

Lo mismo con botellas de vidrio de alguna bebida o, incluso, con los mismos papeles de uso diario. Al estar separados según su clase, se reduce el uso de productos desechables y se fomenta la reutilización. 

Implementa un plan de digitalización responsable: Contar con un plan de digitalización impulsará, en gran medida, la sostenibilidad en el espacio de trabajo, ya que reduce el consumo de papel de un solo uso y optimiza los procesos operativos, aumentando la productividad de los colaboradores. 

 

En la casa 

Recicla y da segundas oportunidades a cosas que uno usas: Antes de tirar a la basura cualquier objeto que tengas en casa, piensa en cómo podrías reutilizarlos.  

Para que tu impacto ambiental sea positivo, es importante ser consciente de que muchos de los productos que se compran en el mercado, tienen una vida útil más allá de lo que parece a simple vista. 

Por ejemplo, los libros que ya no leas y tengas apilados en un estante puedes donarlos; de esa forma, le das un mejor uso a los recursos que se invirtieron en su fabricación y no terminan amontonados en montañas de basura. 

Lo mismo puedes hacer con algún envase de plástico que ya no utilices y que pienses desechar. Al igual que otros materiales, las botellas pueden ser de gran utilidad si te pones un poco creativo y le das rienda suelta a la imaginación: sirven como macetas, semilleros, manualidades para los más pequeños de la casa, entre otros. 

Aprovecha la jardinería ecológica: Sembrar es una de las actividades que puedes realizar en casa siendo sostenible. La jardinería ayuda a despejar la mente y como pasatiempo es clave para relajarte y tener una jornada amena.  

Para ello, elige plantas locales que no requieran gran cantidad de fertilizantes y consuman menos agua. En su lugar, opta por incorporar abono orgánico y no utilices productos químicos que son nocivos para el medioambiente.  

Esta práctica es muy entretenida y te permite reconectar con la naturaleza, usar el agua de la lluvia, hacer tu propia composta orgánica y reutilizar la semilla. 

Los electrodomésticos ecológicos son una opción: Para controlar el uso de energía, puedes optar por adquirir artefactos de alta eficiencia energética. Si bien suelen ser más costosos que los normales, a largo plazo contribuyen a disminuir el gasto en electricidad. 

 

En el consumo 

Elige productos sustentables: Al momento de hacer tus compras, selecciona productos que sean responsables con el planeta y no contribuyan a su degradación. Asimismo, pon atención en su etiqueta y verifica que efectivamente cumpla con los requisitos que lo certifican como tal. 

La moda sostenible está en tendencia: La confección a partir de productos ecológicos es un movimiento que está en alza y contribuye a fomentar una vida sostenible con prendas de vestir que no perjudiquen al medioambiente. 

En este sentido, se recomienda tener como prioridad la compra de ropa que en su fabricación utilice materias primas sostenibles, enfocadas en reducir la huella de carbono y el impacto al planeta. 

Lleva lo justo:  A veces solo debe comprar lo necesario. Para adoptar un estilo de vida sostenible es clave consumir aquello que verdaderamente se necesita y evitar, en la medida de lo posible, no hacer compras sin un propósito. 

Olvídate del consumo desmedido y da ese primer paso para impactar positivamente en tu entorno. Aunque sea un mundo con millones y millones de personas, todo aporte cuenta y si cada uno toma la iniciativa, de manera global se estará creando un planeta mejor, en el que puedan subsistir las próximas generaciones. 

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